
Cómo confesar la verdad. La agonía le atenazaba el pecho al pensar en que ya no era la misma del día anterior. Hoy, una mujer se reflejaba en su espejo: y se odiaba por ello.
Las olas lamían los restos de semen de sus piernas con desesperación mientras ella creía escuchar la voz de su madre llamándola a su lado.
No sintió el frío del líquido que la envolvía al internarse en la búsqueda materna; así como tampoco sintió los gritos roncos de su padre ahogados en el llanto de la culpa y el alcohol.
Las olas lamían los restos de semen de sus piernas con desesperación mientras ella creía escuchar la voz de su madre llamándola a su lado.
No sintió el frío del líquido que la envolvía al internarse en la búsqueda materna; así como tampoco sintió los gritos roncos de su padre ahogados en el llanto de la culpa y el alcohol.
8 comentarios:
Bravo Lili, excelente blog.
Este relato especialmente me conmovió
besos
Elisabet
Felicitaciones por el nuevo blog! Muy lindo!!!Me parece excelente que le des un lugar destacado a tus narraciones. ¡Se lo merecen!
Un beso grande!
Gracias señoras; un placer viniendo de ustedes.
Lili
Gracias señoras; un placer viniendo de ustedes.
Lili
que duro y fuerte este microrelato
efectivo, doloroso
MARAVILLOSAMENTE CRUDO!! Me encanta. Sabemos que nos encantan estas cosas darks...a nosotras dos.
Me encantan estas mini narraciones...voy a incursionar...
Mabel: es duro y lo peor es que quizás es más real de lo que uno supone.
besos
Amparo: hay que incursionar señora, claro que sí.
un beso grande
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